El yoga es mucho más que una forma de ejercicio
Se trata de una práctica holística originaria de la filosofía india que combina posturas físicas (asanas), respiración consciente, meditación y atención plena, con el objetivo de promover el equilibrio físico, mental y emocional.
Un estudio piloto reciente explora cómo una intervención basada en yoga Arhat puede impactar de forma significativa la composición del microbioma en adultos aparentemente sanos.
En solo dos semanas de intervención con yoga, se observaron modificaciones en la composición del microbioma intestinal. Se registró un aumento en la diversidad microbiana, indicador de un entorno intestinal más equilibrado y resiliente.
Principales hallazgos del estudio
- Aumento de la diversidad microbiana, indicador de un entorno intestinal más equilibrado y resiliente.
- Enriquecimiento de géneros beneficiosos como Lactobacillus, Bifidobacterium y Faecalibacterium, todos ellos con efectos antiinflamatorios y metabólicamente protectores.
- Reducción de géneros potencialmente patógenos como Escherichia/Shigella.
- Cambios vinculados a mejoras emocionales, ya que algunas bacterias aumentadas están asociadas con la regulación del sistema nervioso autónomo y la reducción del estrés.
Este estudio piloto sugiere que una intervención breve basada en yoga puede inducir cambios positivos y rápidos en el microbioma intestinal, promover el crecimiento de bacterias beneficiosas y posiblemente influir en el eje intestino-cerebro.
El yoga, desde esta perspectiva, se perfila como una herramienta integrativa con potencial terapéutico en salud intestinal y bienestar psicoemocional.
Yoga y probióticos: una combinación poderosa
Recientemente otro estudio ha explorado la combinación de yoga con el consumo de probióticos como estrategia para tratar el Síndrome del Intestino Irritable (SII). Los resultados son prometedores:
- Ambas intervenciones, por separado, han mostrado beneficios clínicos en la calidad de vida y los síntomas del SII.
- La combinación de yoga con probióticos mejoró significativamente la proporción de flora intestinal beneficiosa, lo que sugiere un efecto sinérgico.
- A corto plazo, los pacientes que practicaron yoga y consumieron probióticos experimentaron mejores resultados que aquellos que solo utilizaron una de las dos intervenciones.
El yoga puede ser una herramienta complementaria eficaz para aliviar los síntomas del SII gracias a sus efectos físicos, neurológicos y emocionales:
- Mejora de la función digestiva: Las posturas y estiramientos estimulan los órganos internos y mejoran la circulación abdominal. Esto favorece una digestión más eficiente y alivia molestias como hinchazón, dolor y malestar intestinal.
- Regulación del sistema nervioso: Las técnicas de respiración y meditación activan el sistema nervioso parasimpático (relajación y digestión). Al mismo tiempo, reducen la respuesta al estrés (sistema simpático), un factor clave en el empeoramiento del SII.
- Atención plena y bienestar emocional: La práctica de mindfulness y meditación reduce el estrés psicológico, mejora el estado de ánimo y aporta claridad mental. Esta regulación emocional tiene un efecto directo en la disminución de síntomas gastrointestinales.
En los últimos años, diversos estudios han empezado a destacar el impacto positivo del yoga sobre trastornos digestivos, especialmente el SII, una condición funcional que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Si buscas reducir el estrés, fortalecer tu sistema inmune y cuidar tu bienestar desde dentro, el yoga puede ser un excelente punto de partida. Y ahora, sabemos que también puede transformar tu microbiota.
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